Texto e ilustraciones de Anthony Browne

Editado por Kalandraka

A partir de 7 años

“El señor cerdo vivía con sus dos hijos, Miguel y Antón, en una bonita casa con un bonito jardín y con un bonito coche en un bonito garaje. Dentro de la casa estaba su mujer”

Un libro que representa a muchas generaciones pasadas y presentes. Un libro que empieza retratando la generación de mi abuela (por no ir más lejos) y que termina dando forma a la mía, siendo yo afortunado ejemplo de familia “moderna”, de familia donde ser hombre o mujer no supone, a priori, ninguna diferencia. 

Siendo yo afortunada de vivir en una sociedad donde (y aquí podríamos matizar) se me permite vivir en esas últimas páginas de esta historia, pero donde las primeras siguen, en mayor o menor grado y conviviendo simultáneamente con las últimas, siendo escenario de muchas realidades familiares.

Y es que en muchísimas casas todavía encuentras esa mujer y esos hombres que retrata esta historia. Están en las casas “de antes”, donde la familia se formó varios años atrás en un marco social y de valores determinado, y también en algunas casas “de ahora”, ya sea porqué se sigue creyendo en esos valores retrógrados e injustos, o bien porqué se han visto, aprendido y asumido hasta tal punto que se reproducen sin conciencia ninguna.

A veces me veo en esa segunda definición. Y aunque acepto sin culpa ese deje (porqué tengo muy claro de donde viene), intento tomar conciencia y llamarlo por su nombre. Y es que el machismo en mi familia (como hija y como nieta de) ha estado muy presente, y no en forma de macho alfa dominante como aparece en el libro, sino de mujer matriarca que ha asumido la responsabilidad casi al completo de liderar una casa por creer incapaz al hombre de llevar a cabo ciertas tareas.

Y es que el machismo no es exclusivo de los hombres…  y ahí es precisamente donde el problema echa raíces y la revolución se hace casi imposible. Las mujeres, a pesar de la opresión que ello esconde, han asumido y defendido la diferencia de roles, eternizando la lacra del machismo que arrastramos hasta el día de hoy.

Pero la historia de este libro no es la de la mujer que asume y calla, es la de la mujer que abre los ojos y protesta y reivindica derechos, dignidad y respeto.

Y la historia de este libro tampoco es la del cerdo endiosado que cree poseer ese poder divino otorgado únicamente por ser hombre, es la del cerdo que se convierte en persona tomar conciencia de la inexplicable e injusta situación vivida hasta el momento.

No me puede remover más esta historia. Y es que creo que todavía queda mucho por hacer, que las mujeres todavía debemos liberarnos de muchas cadenas (también las que creemos que ya estamos liberadas), y que todavía hay demasiado cerdo suelto.

En fin…

Bravo Anthony Browne.