Texto e ilustraciones de Kang GyeongSu

Editado por Lata de Sal

A partir de 6 años

“Esta es la historia de siete niños que viven en diferentes lugares del mundo.”

Historias que parecen mentira… pero no lo son.

7 niños, 7 lugares… 7 azarosas vidas.

Madrid, Kirguistan, India, Uganda, Rumania, Haití, Congo.

Historias que parecen tan lejanas que nuestro día a día transcurre ajeno a ellas.

Y precisamente por ello, porque en nuestro mapa, afortunadamente, estas cosas no suceden, es tan importante que, gracias a libros como este, podamos recordar que existen.

Y no solo recordar sino, en el caso de los lectores más pequeños a quienes también va dirigido este álbum, conocer. Conocer para crear conciencia.

Esta lectura, impactante donde las haya, genera silencios que son tan necesarios como las palabras que se pronuncian en voz alta.

Impacta y azota conciencias. Las de mayores y, a su nivel, las de pequeños también.

No concibo leer este libro y que, detrás de esos silencios inevitables e imprescindibles para recuperarte de cada impacto, no haya preguntas y reflexiones. Me parece imposible cerrarlo y no pasar un rato comentando impresiones.

No se si debe haber muchas publicaciones en literatura infantil que hablen de estos temas y que, además, lo haga de esta forma tan elegante y respetuosa.

Habla de pobreza extrema; de explotación infantil; de la participación de los niños en la guerra; de las enfermedades curables que matan a miles de niños en países pobres; de la soledad de los niños que viven en la calle; de la pérdida de la familia, y de nuevo la soledad, tras un desastre natural.

Y también habla del niño que es niño, que tiene hogar y familia, que juega y que sueña con ser artista. Punto de partida fundamental para que el lector se identifique y conecte con esta historia y, después, con todas las demás.

En la nota del autor, él nos cuenta las intenciones detrás de este libro que casi es documental. Sin pretender modificar la vida de nadie, solo quiere acercarnos a estas historias “tan distantes” para que hablemos y reflexionemos.

Una lectura dura y que puede no dejar precisamente un sabor muy agradable… aunque termina pintando de esperanza el futuro para poder construir uno mejor.

Me parece una obra sensacional y más que necesaria.

Gracias @latadesal