Texto e ilustraciones de Leo Lionni
Editado por Editorial Kalandraka
A partir de 2 años
“Este es Pequeño Azul. Está en su casa con Mamá Azul y Papá Azul. Pequeño Azul tiene muchos amigos. Su mejor amigo es Pequeño Amarillo, que vive en la casa de enfrente.”
Pequeño Azul y Pequeño Amarillo son muy amigos. Un día, mientras sus padres van a comprar, Pequeño Azul decide no seguir el consejo de su madre y sale de casa en busca de Pequeño Amarillo para jugar con él. Pero en casa de su amigo no hay nadie. Lo busca hasta encontrarlo, y de la alegría que les da verse, se dan un abrazo tan fuerte que se fusionan, volviéndose de color verde. Al regresar a casa con ese nuevo color no son reconocidos por sus padres, siendo rechazados. Lloran tanto por este motivo que se acaban deshaciendo en lágrimas. En lágrimas azules y amarillas. Al recomponerse volverán a ser Pequeño Azul y Pequeño Amarillo, y, esta vez, al regresar de nuevo a casa, sus padres se alegrarán mucho al verlos. Entonces podrán comprender qué ha sucedido.
Se trata de la primera obra de literatura infantil de Leo Lionni, que hasta entonces había trabajado como diseñador gráfico, escultor y pintor. Desde “Pequeño Azul y Pequeño Amarillo” ha publicado, a día de hoy, más de 40 libros, muchos de ellos editados por Kalandraca: “Álex y el ratón de cuerda”, “Paso a paso”, “El sueño de Matías”, “Cornelio”, “Frederick” o “La casa más grande del mundo”.
Estamos ante un cuento con una historia y unas ilustraciones de apariencia sencilla pero que detrás esconden muchos valores que vale la pena destacar.
Con la inocente premisa de los colores, esta historia nos lleva a poder hablar de diferentes y muy interesantes temas. En primer lugar, de la familia, del núcleo familiar y de los consejos con la intención de proteger que los padres dan a los hijos. Pequeño azul decide no seguir esos consejos, así que vemos las consecuencias que pueden tener los actos impulsivos e imprudentes, que en ocasiones nos pueden llevar a situaciones de peligro y de angustia que, como mínimo, nos harán pasar un mal rato.
También, a través de los colores, el cuento nos habla de diversidad. En sus ilustraciones vemos niños en forma de diferentes colores que juegan y se divierten juntos, sin que esa diferencia sea importante. Además, y como máxima de la aceptación de la diversidad, dos de los colores se fusionan, dando como resultado un color totalmente distinto pero igual de hermoso. Un nuevo color la presencia del cual, al final de la historia, aparece como habitual y totalmente normalizada.
Y por último, también quiero remarcar como, a través de la reacción de los protagonistas, nos muestra la tristeza y la desolación cuando se ven rechazados por sus propios padres. Cuando te sientes apartado y negado por las personas que más quieres y valoras, sientes un vacío tan grande que parece que no pueda tener consuelo. En este caso, permitirse vivir esa emoción y llorar sin limitaciones les lleva a aliviar el dolor para así poder recomponerse.
Este libro lo tenemos en casa desde hace varios años, y aunque ahora hace tiempo que no está entre nuestros habituales, en su momento lo estuvo, y mucho. Lo hemos llegado a leer infinidad de veces, hasta ser el libro que eligió Berta en P3 cuando me invitaron a su clase a contar un cuento.
Me encanta tenerlo en mi estantería, y creo que voy a proponerlo como lectura en los próximos días. Está demasiado “olvidado” 😉
Categorías:A partir de 2 años
Que chulo!!! Me encanta!!!
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Muy llamativo para los más peques y con una historia que esconde mucho mensaje
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