Texto e ilustraciones de Christian Voltz

Editado por Kalandraka

A partir de 3 años

“Una mañana muy temprano, el señor Luís cavó un hoyo enorme en la tierra. En este hoyo enorme, el señor Luís dejó caer una semillita llena de promesas. (Porque a las semillas les gusta abrigarse en la tierra.)”

El señor Luis ha plantado una semilla con mucho cuidado, después la ha regado y ahora está esperando a que crezca. A la mañana siguiente de plantarla irá a ver si ya ha crecido, pero todavía no hay nada. “Hay que tener paciencia”, le dice al pájaro observador que anda por allí. Vuelve al día siguiente, y nada. Y al otro, pero sigue sin haber nada. El pájaro, que no ha articulado palabra, sigue allí, expectante. Luis ya empieza a notarse impaciente, aun así regresa al día siguiente. Será en el quinto día cuando decida que no vale la pena ir cada día, sin saber que el brote está a punto de ver la luz. El pájaro, que sigue allí observando sin decir nada, verá crecer una linda flor y, cuando sea lo suficientemente bonita, la cogerá para regalarla a su enamorada, mientras Luis se queda definitivamente sin poder conocer a su flor.

Christian Voltz es un ilustrador francés muy original que utiliza materiales diversos como cuerdas, alambres, tuercas, papeles, telas o chapas para sus creaciones, que son fácilmente reconocibles por su singularidad. Entre sus múltiples trabajos, cuenta con más de 20 álbumes ilustrados infantiles publicados, aunque en nuestros idiomas sólo encontramos, siempre con Kalandraka, “Yo no he sido”, “La caricia de la mariposa”, “Como cada mañana” y “¿Dónde está?”, algunos de ellos ya descatalogados.

En este cuento podemos tratar un tema estrella en todas las familias que tengan niñ@s en casa: LA PACIENCIA (o la falta de ella). Un aspecto que en ocasiones puede ser complejo de gestionar, ya que la inmediatez con la que desean ver resueltas sus demandas conlleva irremediablemente muchas frustraciones y muchos enfados, y consecuentemente, nos pone en situaciones difíciles de manejar.

Muchas de las cosas bonitas de la vida se hacen esperar, y con este álbum ilustrado veremos la importancia de saber hacerlo cuando es necesario, ya que puede ser la única manera de acabar obteniendo lo deseado. La falta de serenidad para esperar algo muy ansiado nos puede llevar a perder la oportunidad de tenerlo y disfrutarlo. El protagonista del cuento se retira antes de hora y, con esa decisión, pierde la ocasión de obtener su recompensa: ver crecer la linda flor que ha brotado de la semilla que él mismo ha plantado.

Paralelamente, tenemos el ejemplo del saber esperar en el pájaro, que será paciente y mantendrá la calma hasta el final, y así podrá llevarse una linda flor para regalar a su amiga (¿o quizás sea su enamorada?). 

Además, a parte de tener un instrumento más para el aprendizaje de esta tan importante capacidad/habilidad que deben ir adquiriendo poco a poco a lo largo de su desarrollo madurativo, también podemos ver las fases de crecimiento de una planta y sus necesidades, desde la semilla, pasando por la germinación y el crecimiento, hasta terminar en una linda flor.

Un cuento que entró en casa hace unos meses para tener una herramienta más, además de nuestra empatía (toda la que se puede en cada momento), de nuestra serenidad y nuestra calma mientras esperamos que crezcan y alcancen la madurez necesaria. Con Berta, la mayor, cada vez son menos las ocasiones en las que esa capacidad escasea, pero con Blai todavía nos supone un reto diario. Así que, ¡PACIENCIA! 😉

Por cierto, ¡esta es la entrada número 100 en el blog! 🙂