A partir de 3 años

¿A qué sabe la luna?

A qué sabe la luna

Texto e ilustraciones de Michael Grejniec

Editado por Kalandraka

A partir de 3 años

 

“Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos. Pero todo fue en vano, y ni el animal más grande pudo alcanzarla”

 

Todos los animales tienen la curiosidad de saber a qué sabe la luna. Ninguno de ellos es capaz de alcanzarla, así que un día, la pequeña tortuga tiene una gran idea: subir a la montaña más alta de todas. Desde allí la luna está mucho más cerca, pero sigue sin poder tocarla, así que llama al elefante para que se suba encima suyo. La luna, que se lo toma como un juego, cuando está a punto de ser alcanzada por el elefante, decide retroceder para que no la pueda tocar. Entonces el elefante llama a la jirafa, que a pesar de su largo cuello, y debido a que la luna, al verla, todavía retrocede un poco más, tampoco puede llegar hasta ella. Cada vez van llamando a más animales para poder construir entre todos una gran torre, pero cuanto más alto llegan, más retrocede la luna. Al final se juntan la tortuga, el elefante, la jirafa, la cebra, el león, el zorro, el mono y, por último, llaman al ratón. La luna, al verlo tan pequeño, y ya un poco cansada del juego, no se mueve dando por hecho que el ratón no la podrá tocar. Pero se equivoca. El ratoncito alcanza la luna y por fin puede arrancarle un trocito, que servirá para que todos los animales la prueben y descubran su soprendente sabor.

a qué sabe la luna

Michael Grejniec es un autor polaco que ha publicado varios álbumes ilustrados infantiles que se caracterizan por sus ilustraciones realizadas con acuarela sobre papel couché. En nuestro país sólo encontramos publicado “¿A qué sabe la luna?”, un súper éxito de la literatura infantil que falta en pocas escuelas y en pocos hogares.

a qué sabe la luna

Pocas cosas puedo añadir sobre este álbum ilustrado que no se hayan dicho ya, pero no podía faltar en mi blog de reseñas, así que os daré mi opinión sobre este maravilloso libro cuyo éxito parece que no tiene fin.

Una historia sobre solidaridad, cooperación y trabajo en equipo, donde un grupo de animales se unen para colaborar conjuntamente y así poder alcanzar un objetivo común: llegar hasta la luna para poder saber qué sabor tiene.

a qué sabe la luna

Utilizando los recursos narrativos de la repetición y la acumulación, irán apareciendo hasta ocho animales distintos, y lo harán siempre de la misma forma: aparecen por la esquina de la página en blanco, de tal manera que el niño puede anticipar por donde vendrá el próximo animal y puede participar en el relato de la historia diciendo en voz alta quién es el siguiente en unirse a la torre. Estos dos recursos como ingredientes principales, que permiten la anticipación y que ofrecen la posibilidad de que el peque participe activamente en la narración del cuento, creo que son la clave del éxito de “¿A qué sabe la luna?”.

a qué sabe la luna

Otro punto de la historia que quiero destacar es la respuesta tan gráfica de la luna cuando finalmente es alcanzada: de repente desaparece la sonrisa que la ha estado acompañando en todo momento y es sustituida por una mueca que siempre me trae la misma pregunta: ¿se enfada/entristece porque la han alcanzado cuando ella se creía a salvo ante el pequeño ratón (orgullo y frustración) o porque le han arrancado un cachito de su cuerpo sin pedirle permiso (ira y decepción)? Mis hijos siempre lo han interpretado como lo segundo, y aunque no sería el mejor ejemplo a mostrar en una historia, siempre se puede aprovechar para reflexionar sobre ello.

a qué sabe la luna

Y hablando del final de la historia, el desenlace me parece de lo más original y creativo, dando la oportunidad de que cada un@ imagine qué sabor tendría la luna para él/ella y dando pie seguro a una sabrosa conversación 😉 Un toque mágico para un final redondo que hace del cuento una auténtica preciosidad.

a qué sabe la luna

Además, todo esto va acompañado, página a página, de unas maravillosas ilustraciones que parece que se puedan tocar. La técnica del papel maché les da una textura especial y una sensación de profundidad muy real.

a qué sabe la luna

Dicho esto, y siendo esta la primera reseña del año, os informo que, aunque estaba en mi lista de pendientes por reseñar desde el día 0, la he escrito en este momento por ser la elección de Blai, que me ha pedido que fuera su reseña del mes. Así que estreno el 2020 con un clásico elegido bajo el criterio de uno de los más exigentes de mi casa, que tiene claro cuando una historia le gusta y cuando no.

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