
Texto de Carla Trepat
Ilustraciones de Mariona Cabassa
Autoeditado tras campaña de micromecenaje
A partir de 6 años
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“Cuentan que hace muchos, muchos años, la Tierra vivió una época oscura. Muchas personas sufrían una grave enfermedad que les creaba una armadura alrededor del corazón y del rostro. Vivían, o más bien se movían de un lado para otro, sin sentir, sin disfrutar y sin amar.”
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Wetiko, la peor y más contagiosa enfermedad que ha existido, ha invadido los corazones de la mayoría de las personas, convirtiendo la Tierra en un lugar gris, lleno de egoísmo, insensibilidad, destrucción, violencia, insatisfacción… en definitiva, de desconexión de la madre naturaleza que, harta del maltrato que recibe, decide revelarse provocando incendios, lluvias torrenciales, plagas y un sinfín de enfermedades. Por todo ello la gente se confina en sus casas para poder sobrevivir. Amaru, uno de los pocos seres humanos no afectos de Wetiko (por lo que todavía posee un corazón grande y luminoso lleno de amor) no encuentra la razón de tal situación y un día decide alejarse de ese lugar. Caminando sin parar llega hasta el claro de un bosque donde de repente siente consigo el amor de la naturaleza y de todo lo que vive en ella. Tras esa experiencia de conexión decide buscar a la Herbera de la montaña para preguntarle ¿porque?, ¿porque todo lo que está sucediendo?, y la mujer, llena de sabiduría y fusionada con los animales y las plantas a su alrededor, escucha la respuesta que estos le dan. RECORDAR. Ahí está el principio de la solución. Volver a sentirnos parte de un todo, volver a sentir que somos vida que hay que respetar en todas sus formas, ser conscientes del mal que supone Wetiko y ser capaces de mirarlo a los ojos desde el corazón. Sólo así, reconociéndolo como lo que es, poco a poco se debilitará hasta desaparecer y, recordando y dejándose llevar por la música del corazón, los corazones enfermos empezarán a emanar luz, conectando nuevamente con la Tierra y permitiendo su renacimiento.

Carla Trepat parece que ha sentido la llamada de la naturaleza. Huyendo de la gran ciudad, fue a vivir a la montaña para poder soñar con un mundo mejor, desde donde ha escrito esta maravillosa y “El tesoro de Lilith. Un cuento sobre la sexualidad, el placer y el ciclo menstrual”, escrito con una sensibilidad envidiable y que también ha ilustrado.
Mariona Cabassa es la fascinante ilustradora. Con sus pinceles ha convertido en verdaderas obras de arte libros como “Infinito. Los ciclos mágicos del Universo”, de Zahorí Books (podéis leer mi reseña aquí), “Los caminos de los árboles”, de La Fragatina, “Cuentos para contar mientras se come un huevo”, de Kalandraka, “El día de ir y venir” e “Historias de Nasrudín”, de Fragmenta, “Querido yo”, de Kireei Editorial, “El silencio del corazón” de Ediciones Jaguar, o “El bichito del amor”, de Editorial Flamboyant, entre otros.

Después de más de 3 semanas sin publicar, vuelvo con mis reseñas de la mano de este más que fabuloso álbum ilustrado. Es de esos que te preguntas porqué aparecen de forma tan discreta y porque no son más conocidos para poder llegar a cuantas más almas mejor.
La historia de Wetiko, que tal y como nos explica el libro en su parte final literalmente significa canibalismo (consumo de la vida de otro para el propio propósito), se remonta a los siglos XV y XVI, y es el nombre que los indígenas nativos americanos le pusieron a la enfermedad mental que sufrían los hombres blancos cuando llegaron a sus tierras.

Con este relato tan profundo y maravillosamente ambicioso la autora pretende concienciar sobre la necesidad de cambiar la relación que tenemos con la Madre Tierra, y nos obliga a abrir los ojos ante lo que, si bien no está reconocido como verdadera enfermedad, es el mal con más capacidad de cambiar el rumbo de nuestra historia: la insensibilidad, el aislamiento, la individualidad, el egoísmo, la avaricia, la destrucción, la violencia… en definitiva, la NO CONEXIÓN, el NO AMOR y el NO RESPETO por la vida mientras estamos normalizando y aceptando ciertos comportamientos y actos que son profundamente nocivos y perniciosos para el equilibrio de La Tierra.

Si acompañamos a Amaru, poseedor de una sensibilidad especial que lo mantiene conectado a la vida mientras Wetiko arrasa los corazones a su alrededor, conoceremos una historia con un mensaje que podría ser atemporal pero que, sin querer, nos trasladará a lo más contemporáneo y hará que nuestra razón, automáticamente, establezca un paralelismo con lo que estamos viviendo estos últimos meses, sobretodo cuando, para resguardarse de las consecuencias de la rebelión de la Tierra, sus habitantes tengan que confinarse en sus casas por un tiempo indefinido.

Así, junto a Amaru, conoceremos a la Herbera de la montaña, un ser puro y natural que se funde con su alrededor generando una única y gran vida compartida entre animales y plantas, de los cuales, y gracias a esa conciencia de unión, puede escuchar su voz. Ellos serán quienes le den la respuesta al gran «¿por qué?» este infante que, con su capacidad perceptiva extraordinaria, estará abierto a recibir el mensaje que llegará a través de la música del corazón, capaz de penetrar en el corazón de todos.

Y toda esta historia viene acompañada de las espectaculares ilustraciones de Mariona Cabassa. Impresionante el trabajo de esta ilustradora, que transmite en cada trazo un sinfín de emociones y sensaciones que complementan de forma perfecta el texto y que nos hacen sentir tanto la oscuridad y el desamparo del alma, como el amor inmenso de los corazones (atención a los múltiples corazones que aparecen, enamorada estoy de ellos) que, con sus extensiones en forma de raíces y de ramas de luz, se envuelven de una aura que se funde con un todo, conectándose intensamente con la vida. Vida cuya máxima expresión aparece en la Herbera, representada como un ser natural, desnudo, lleno de raíces y de extensiones que la hacen ser parte de un todo. En serio, he alucinado con su trabajo.

Un álbum que cuenta mucha verdad, una verdad en forma de monstruo insensible que nos acecha desde hace cientos de años y que enferma nuestros corazones, distanciándolos, poco a poco y sin ninguna conciencia, de su verdadera y más esencial identidad, aquella que nos hace ser un solo ser lleno de vida y que mantiene el equilibrio en nuestro planeta. Un equilibrio que hemos roto y que, mientras andamos sumergidos en la grieta, nos vamos alejando de la salud y el bienestar en el sentido más profundo (y que intentamos recuperar a través de la invención de falsas necesidades) a la vez que robamos la salud y el bienestar a nuestra madre naturaleza.

Yo levanto la mano para acusarme de estar parcialmente afectada por Wetiko, de ser parte de esta sociedad de alma desfigurada que no nos deja emanar completamente nuestra luz y que impide que sintamos el verdadero amor por nosotros mismos y por todo lo que nos rodea. Pero, a pesar de mi autoinculpación, rompo una lanza a mi favor para decir que hace ya tiempo que ando trabajando la conciencia que me permite ver a este malvado monstruo (que hasta ahora no sabía nombrar 😉 ) y le impide ser dueño por completo de mi corazón.

Y para redondear este trabajo, si ya es maravilloso en sí mismo, al final encontramos una completa guía para una vida realmente sostenible, que nos cuenta de qué manera podemos mejorar nuestra relación con el planeta y aportar nuestro granito de arena para una convivencia más equilibrada. Super interesante de leer y de la cual seguro que sacáis ideas útiles y muy prácticas para llevar a cabo. ¡Chapeau!

De verdad que vale mucho la pena este álbum. De mucha calidad y realizado con mucho mimo. Gracias por descubrírmelo, Carla.
Categorías:A partir de 6 años