Texto e ilustraciones de Koichiro Kashima

Editado por A buen paso

A partir de 4 años

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«Las personas diminutas son ordenadas solo en apariencia. Si las miras de cerca, ves que su pasatiempo preferido es lanzarse pintura y molestar a los animales. ¡Plaf! Así suenan las gotas de pintura cuando se estrellan contra el caparazón de una tortuga. La bañera de mi casa es un lugar interesantísimo.«

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Aquí tenemos otra genialidad del artista japonés Koichiro Kashima, que ya nos sorprendió (por lo menos a mi) con “Tea y Camaleón son hermanos” (puedes leer mi reseña aquí) y que ahora me vuelve a dejar pasmada con su arte, que vuelve a recrear el universo infinito que supone el imaginario de la infancia. La capacidad de este autor para trasladarse de una forma tan vívida a él me maravilla.

Y este universo se caracteriza por la imparable e inagotable imaginación. La capacidad de crear los mundos y las historias más increíbles partiendo de escenarios y objetos completamente corrientes y cotidianos es, si se deja ser, interminable.

El poder de la imaginación otorga la capacidad de ser, de vivir, de sentir y de crear sin límites. Además, para los niños, es fundamental para expresar y comunicar su mundo interior, tanto emocional como cognitivo.

Y a través del juego simbólico la imaginación alcanza niveles estratosféricos, y esto es de lo que nos vamos a poder empapar en esta fabulosa historia, contada por su texto pero más aún por sus prodigiosas (sí, prodigiosas) ilustraciones.

Una niña, una bañera y agua. Mucha agua. Estos van a ser los tres ingredientes principales y necesarios para armar esta historia.

Pero no se trata de una historia cualquiera, sino de la historia del arca de Noé, aunque no exactamente la que cuenta el pasaje de la biblia, sino la versionada por la inagotable imaginación de una niña que, dejándose llevar, cual delirio, por la fantasía de su pensamiento, convierte la bañera de su casa en el escenario del mismísimo diluvio universal.

Pocos minutos se concentran varios días, todos los necesarios para que el adorable anciano Sr. Noé construya la embarcación (un acogedor retrete) donde refugiar a su familia y a todos los animales elegidos para protegerlos de la arrasadora inundación que está a punto de acontecer. 

Tal inundación ha sido invocada por la diosa niña para llevarse con ella el mal, que en este caso toma forma del desorden generado por las personas diminutas que habitan el lugar. Personas cuyas anárquicas almas temen el poder purificador del agua, así que huyen tan rápidamente como pueden a otro lugar donde poder seguir sembrando el caos.

Fiel a la historia original, finalmente cesa el diluvio y el agua poco a poco va menguando, dejando tras ella orden y limpieza. Así da comienzo una nueva y armónica era, donde todos conviven en paz y donde el hermoso arco iris luce como nunca.

La bañera es el lugar de la casa donde las cosas más sorprendentes suelen suceder. La motivación que produce este entorno acuático tan hogareño activa y agudiza la imaginación y la creatividad de los niños, que se expanden hasta límites insospechados. Este álbum lo deja bien claro, aunque más allá de hablar de imaginación, ¿será que hay un mensaje subliminal sobre la importancia del orden y la limpieza? 😉

Y para hacer todavía más especial este álbum, llega a nuestra biblioteca gracias a una iniciativa preciosísima surgida en Instagram(R) en la que 26 cuentas nos hemos convertido por unos días en amigas invisibles y hemos tenido la oportuidad de regalar y ser regaladas. Regalos en forma de lo que todas amamos: un álbum ilustrado. Tesoros de papel que han viajado de un lado al otro del territorio para llegar a los distintos buzones y repartir ilusión y buen rollo.